Determinados alimentos fortalecen tus defensas y pueden potenciar la capacidad de tu organismo para hacer frente a la enfermedad. Por ello, una dieta rica en alimentos saludables es fundamental. Prepara tu despensa para que no te falten los nutrientes esenciales.
Apóyate en los alimentos que te mostramos a continuación para reforzar tu dieta al máximo y mejorar tus defensas.
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¿Cómo comes?
Son muchos los factores que influyen sobre el estado de tus defensas, desde la práctica de ejercicio físico y la correcta gestión del estrés hasta un buen descanso, pero la alimentación es el sostén básico.
En relación a ello no solo es importante qué comemos, sino cómo comemos. A menudo no respetamos los tiempos para preparar las comidas con tranquilidad y no somos conscientes de la importancia de la masticación para garantizar una digestión perfecta. Esto también condicionan la salud y el correcto estado nutricional.
Alimentos que no te deben faltar en casa
El principal apoyo de nuestra inmunidad se encuentra en la variedad de alimentos y nutrientes que reinen en nuestra casa. Si los tenemos a la mano las dietas saludables serán más fáciles de realizar. Por ello tu despensa siempre debe tener:
• Semillas y frutos secos.
• Hortalizas y verduras de hojas de color verde intenso.
• Coles, rábanos, nabos… toda la familia de las crucíferas, que contienen sulforafano, un potente anticancerígeno, que además alivia los síntomas gripales.
• Grasas sanas como el aceite de oliva.
• Miel cruda.
• Prebióticos como las semillas de chía, la compota de manzana o de pera y el almidón resistente que se consigue con las patatas cocidas y enfriadas.
• Especias y hierbas aromáticas, tanto frescas como secas, por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antisépticas.
Todos estos alimentos se pueden añadir a infusiones, salsas, cremas y batidos, según tus preferencias a la hora de ingerir las comidas.
Alimentos para reforzar tus defensas
Ajo: Es uno de los alimentos esenciales para tener siempre por casa debido a sus propiedades antivirales y antibacterianas.
Puerro: Pertenece a la familia de los ajos y las cebollas y es el más rico en fibra prebiótica. Esto alimenta las bacterias del colon.
Cebolla: Su riqueza en quercetina y en alicisteína ayuda a eliminar mucosidades. Estas sustancias se conservan, aunque la cebolla se cocine.
Coliflor: Es una de las mejores hortalizas que existen para tonificar los pulmones, la piel y el intestino grueso.
Pimiento: Destaca por ser muy rico en vitamina C (aporta más que la naranja o el kiwi) siempre que se consuma crudo.
Miel: Es muy útil para aliviar la tos y el dolor de garganta. Pero ten presente que sus propiedades antibióticas se pueden perder si es sometida a calor intenso.
Boniato: Precursor de la vitamina A, que mantiene en buen estado las mucosas.
Jengibre: Ideal para infusiones, caldos, cremas, batidos, salsas, etc. Aporta un delicioso sabor picante a las comidas y favorece el mantenimiento del calor interno, expulsando el frío.
Conoce más sobre ellos
Calabaza: Además de aportar betacaroteno antioxidante, que se transforma en vitamina A, es rica en fibra, lo que alimenta la microbiota.
Semillas de calabaza: Ricas en zinc e indispensable para el mantenimiento y correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
Cúrcuma: Es la especia culinaria más estudiada por sus propiedades antiinflamatorias. Consúmela ligeramente cocinada para que no pierda sus propiedades. Para comidas placenteras combínala con algo de grasa y pimienta negra.
Kiwi, limón y naranja: Ricos en vitamina C. Los dos primeros puedes comerlos enteros para aprovechar su fibra y antioxidantes al máximo. Haz zumo de limón y añádelo a una infusión de jengibre para mejores resultados. Otro alimento importante es la toronja. Descubre los increíbles beneficios de la toronja.
Frutos rojos: Gracias a su riqueza en antioxidantes previenen la inflamación y mejoran el estado de las bacterias intestinales.
Otros….
Aceite de oliva: Aporta grasa saludable y vitamina E. Añádelo crudo a los alimentos para que no pierda sus mejores propiedades.
Agua de mar: Contribuye a la hidratación, pero además es muy rica en oligoelementos que participan en procesos inmunitarios. Mézclala con un poco de agua mineral natural para mejorar su ingestión.
Patata: Al enfriarla, parte del almidón se hace resistente a la digestión y se comporta como una fibra que sirve de alimento a la microbiota.
Champiñón: Es rico en selenio y si se deja unas horas al sol puede sintetizar vitamina D.
Chía y lino: Destacan por su riqueza en grasas omega 3. Además, liberan mucílagos al hidratarse, que mejoran el estado del intestino.
En resumen, tanto una alimentación abundante en nutrientes como el mantenimiento de hábitos saludables, son herramientas imprescindibles para mantener el sistema inmunitario fuerte y mantener los virus y bacterias bien lejos. Comienza a incorporar a tus comidas estos increíbles alimentos que mejoraran considerablemente tu salud. Tu cuerpo te lo agradecerá.